Cuando el mundo sigue intentando agobiarme, tengo que levantar mis manos, voy a persistir. Entonces digo, que tengas un buen día, que tengas un buen día
Bon Jovi

Son muchas las propuestas que leemos para poder empezar el día de una forma productiva, o tranquila, o saludable … y todas ellas tienen, seguro, una solida base para lograr que así sea.

La mayoría de nosotros, sin embargo, nos gustaría comenzar el día alegres ¿verdad? El agobio del comienzo de la jornada, la falta de sueño, la multitud de tareas por delante, entre otras muchas cosas, consiguen que esto nos cueste sobremanera. Quizás porque el propio ritual de comienzo del día este poco adaptado a lo que podamos necesitar o manejar.
Las propuesta que les hago, responde a acciones o comportamientos que han demostrado ser útiles para comenzar nuestra jornada felices, según distintas investigaciones. No es un ritual a completar. Simplemente ayudan a conseguir que comencemos con ánimo cada día. Además, la investigación muestra que estar felices, nos hace más productivos. Así pues ¡un dos por uno inesperado!

¿Cuál es el primer paso? Este es fácil. Los días comienzan por la mañana.
Tengamos algo preparado desde la noche anterior. Un objetivo tempranero, como hacer algo de ejercicio, preparar un buen desayuno u organizar la salida al cole, de nuestros niños, puede ser una buena tarea. Si preparamos nuestra ropa de deporte, tenemos la fruta o disponemos la mochila la noche anterior, obtendremos una doble satisfacción que, además nos dejará tiempo por la mañana para disfrutar del comienzo del día.

haz-tu-dia-superproductivojpgAyuda mucho también ser conscientes de lo que vamos a hacer el día siguiente, de forma realista, por cierto. Muchos de nosotros planificamos el día siguiente como si se fuese a acabar el mundo. No todo lo que queríamos hacer va a ser posible.

Incluyamos en esta lista del día siguiente, también, momentos de charla con algún amigo o amiga, desayunemos o almorcemos con ellos, por ejemplo. O hagamos una llamada telefónica para saber como están estos familiares o amigos que no vemos sino en vacaciones.

Recordemos. Una agenda repleta es inversamente proporcional a la productividad. No podemos pretender la misma efectividad en nuestra reunión mañanera que la que tengamos en la que celebramos a última hora de la tarde, frecuentemente habiendo comido mal y sin haber descansado para poder reflexionar entre tareas.

Hay una magnífica forma de conseguir conectar con nosotros mismos. Se llama soledad. Programemos momentos a solas durante nuestra jornada. Bien sea para meditar, para caminar (podemos dar un pequeño rodeo para ir a esa otra reunión), escuchar música o para hacer algo de deporte.

Nuestra felicidad se incrementará y seremos capaces de abordar el resto del día con una mayor energía. No lo olvidemos ¡No es ilimitada! El día debe ser un balance para que sea realmente productivo.

La consciencia de que no podemos llegar a todo la debemos cambiar por aquella que nos hace saber a que podemos llegar. Es algo diferente. Si al llegar el final del día, tenemos una sensación de falta de productividad, algo no estamos haciendo bien. Y nuestra tendencia, quizás cultural, es a hacer más. Por lo tanto, a repetir lo que no hemos conseguido ayer.

¿Por qué no cambiamos el sistema? En lugar de fijarnos en lo que no pudimos hacer o no conseguimos terminar, fijémonos en lo que si. ¿A qué hora del día?¿qué duración? … y otros aspectos, que estén presentes en las tareas diarias, que si funcionaron.

Una vez repasado, programemos nuestro próximo día basado en hechos. Pocas cosas, bien estructuradas, con tiempo para meditarlas y meditar entre ellas, puede ser la clave de ir consiguiendo aquello que nos propongamos.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.