El estar expuesto a una negatividad constante perjudica el funcionamiento del cerebro.
¿Odias cuando la gente se queja? Resulta que hay una buena razón para ello: escuchar demasiadas quejas es malo para tu cerebro en varias formas. Los neurocientíficos han aprendido a medir la actividad cerebral cuando se encuentra con varios estímulos, incluyendo una larga sesión de quejas.
“El cerebro trabaja más como un músculo de lo que pensábamos. Por lo que si estás escuchando a alguien siendo negativo por mucho tiempo, es probable que actúes de esa misma forma.”
Estar expuesto a muchas quejas puede incluso hacerte tonto. La investigación muestra que el estar así por 30 minutos o más —incluso viéndolo por televisión—, puede despegar las neuronas en el hipocampo, la parte de tu cerebro que necesitas para resolver problemas.
Pero ¿y cuando necesitas escuchar acerca de cualquier cosa que pueda haber ido mal?. Como puede ser el caso en el trabajo. Hay una gran diferencia entre llevar tu atención a algo que está mal y a una queja: las personas que se están quejando no quieren una solución. Esto dañará a tu cerebro incluso si estás escuchando pasivamente. Y si tratas de cambiar el comportamiento de aquellas personas, tú pasarás a ser el blanco de las quejas.
¿Cómo nos podemos defender de la negatividad?
Toma distancia siempre que puedas. A veces no podrás hacerlo. Si no puedes alejarte fácilmente, una segunda estrategia es pedirle a la persona que Responde a una queja con un: ¿qué harás al respecto? Muchos quejicas se irán mal humorados, pero puede que algunos que van a tratar de resolver el problema.
Cuando estás atrapado escuchando una queja, también puedes usar técnicas mentales para bloquearlas y así salvar tus neuronas. El “banco de niebla” y “disco rayado” pueden ser unas magníficas opciones
Otra estrategia puede ser retirarte mentalmente a tu lugar favorito, algún lugar al que irías si tuvieras una varita mágica. Una imagen caminando por la playa al atardecer es una de mis favoritas.