Gracias por ser parte de lo que mas amo,
Gracias por entender mis enfados,
Gracias por demostrarme que se puede,
Gracias por por la simpleza con que ves las cosas,
Gracias por no reprocharme nada,
Gracias por tomar lo poco que te doy,
Gracias por estar en mi vida.
Tanto para el que las da, como para el que las recibe, las gracias aportan la dosis necesaria de comunicación positiva y fomentan la satisfacción. Porque, cuando damos las gracias, demostramos que sabemos valorar el esfuerzo del otro, su dedicación a nosotros, y es un refuerzo positivo a un comportamiento que queremos que siempre se repita. Y no hacen falta grandes demostraciones: sabemos valorar los agradecimientos simples y sinceros sobre esos pequeños detalles del día a día.

Si sabemos esto ¿Por qué no lo hacemos más a menudo? Porque lo cierto es que hay razones todos los días y en más ocasiones de las que podríamos pensar. Pero, curiosamente, parece que tenemos un sesgo hacia el lado negativo. Aunque puedan haber más de cien ocasiones para agradecer la forma en que nos han atendido o la diligencia a la hora de tramitarnos un formulario, no lo hacemos. Pensamos que, quien lo hace, está haciendo su trabajo. Lo que es cierto, sin duda. Pero la manera en que lo hace puede depender mucho de la respuesta que obtenga de nosotros.
Por esto la propuesta que les hago hoy, es sencilla. Demos las gracias a aquellas personas que nos sacan una sonrisa, que consiguen que nuestra experiencia en el supermercado, los almacenes o las oficinas a las que acudamos, sea muy satisfactoria.
Y cuéntenoslo aquí, en los comentarios de esta entrada. Donde ha sido, porque te ha hecho sentir bien. Compártelo con nosotros. ¿Te animas?
Excelente, vivir agradecido es estar consciente de que somos de paso, de que hay que disfrutar lo que tenemos, aunque sea poco, y así reconocer cada oportunidad. Gracias por compartirlo!
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Se que una de las cosas más difíciles es ser capaz de agradecer su paso por nuestra vida a alguien que nos decepcionó o nos hizo daño, pero si le damos la vuelta, en realidad hay que agradecerles que nos mostraran lo que NO nos gusta para que intentemos evitarlo. De todo se aprende.
Un saludo
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GRACIAS!!!! 🙂
Claro que sí Leo! hay que dar las gracias tanto a las personas como a nosotros mismos por lo que nos dan y por lo que hacemos y nos hace sentir bien, respectivamente.
Un fuerte abrazo!
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