Interesante propuesta y reflexión de Antonio Crego, totalmente pertinente en estos tiempos de confusión y de soluciones «iluminadas»
Hacer el mal, o la mera idea de causar un daño a nuestros semejantes en beneficio propio, nos suele causar repulsión. Sin embargo, muchas personas acaban seducidas por esta forma de poder negativo. ¿Cómo alguien «normal» llega a cometer actos atroces? ¿Qué procesos operan para que una «buena persona» pueda corromperse? La psicología social ha propuesto diversas explicaciones al respecto, de las cuales quizá la más conocida es la de Philip Zimbardo, que se remonta a su experimento de la prisión recreada en la Universidad de Stanford. No obstante, esta perspectiva -heredera de las tesis sobre la «banalidad del mal»- no está exenta de críticas.
Puedes seguir leyendo este post en Las mariposas del alma
—————————————————————————
Las mariposas del alma es un blog de Antonio Crego para la plataforma de bitácoras de ciencia SciLogs impulsada por Investigación y Ciencia, edición española de Scientific American.
—————————————-
Posts relacionados:
Ver la entrada original 13 palabras más
Muy oportuno, Leocadio. Recuerdos.
Me gustaMe gusta
Gracias!
Me gustaMe gusta