Las grandes mentes tienen objetivos, las demás deseos.
Washington Irving
No tenía intención de volver a escribir sobre los propósitos que hacemos siempre en esta época, principios de año. Pero supongo que este es uno de mis propósitos no cumplidos. Lo cierto es que es lo que parece ocurrirnos a la mayoría de nosotros. Nos proponemos objetivos inalcanzables o poco realistas, que nos hacen fracasar una y otra vez.
Hoy les propongo saber porque esto ocurre, con tres de los propósitos más comunes, y ver como podemos remediarlo.
La mayoría de los propósitos que nos hacemos tienen trampa. En teoría pueden parecer grandes ideas; pero en realidad son tan vagos o tan poco motivados que resulta complicado cumplirlos.
Voy a perder peso
Es el propósito estrella, sin duda. Bien sea porque hemos comido más de los debíamos en estas fiestas o porque llevamos arrastrando esta intención durante todo el año y nos parece que es el momento más adecuado para intentarlo. Pero lo cierto es que este objetivo es realmente vago. No suele estar bien fundamentado, o no responde a lo que realmente podemos abordar. ¿Queremos perder 5 o 25 kilos? En cualquier caso es un objetivo admirable, pero que implica un montón de pequeños objetivos que en sí implican profundos cambios en nuestra forma de vida.
Para empezar podíamos probar con estos:
Voy a registrar cómo como y que ejercicio hago. Olvida cambiar tus hábitos de golpe. Comienza observándolos. Lleva una agenda de lo que comes y del ejercicio que haces diariamente. Esto te dará una idea de lo que puedes cambiar realmente. Estamos estableciendo la línea base de nuestro cambio. Es difícil pensar en el final de tu camino si no conoces el principio.
A partir de aquí quizás te puedas plantear modificar un hábito mensual en tus comidas, por ejemplo, desayunar fruta puede ser un principio. En cuanto al ejercicio, podríamos empezar caminando media hora al día este primer mes. Una vez consolidados estos cambios, podemos plantearnos dar un paso más allá.
Voy a gastar menos y ahorrar más
Si hay una resolución destinada a ser rota y a provocar frustración, es la vaga idea de mejorar nuestras finanzas. Sea gastar menos o la promesa de ahorrar más, te proponemos algunas metas específicas que pueden ayudarnos a cumplirlos.
Crear un presupuesto mensual. En lugar de prometer “comprar menos” durante todo el año, resulta mucho más útil plantearnos cuales son nuestras posibilidades de gasto mes a mes. No es sencillo para muchos de nosotros, pero facilita mucho el cumplimiento de este deseable objetivo.
Anticipa tus recibos. Mantener una agenda de las fechas de cargo de los diferentes recibos y préstamos que tengamos nos evitará sustos “inesperados”.
Investiga tus pagos. Tendemos a la inercia. Y en muchas ocasiones no averiguamos si hay mejores ofertas a los gastos regulares que tenemos como el móvil o la televisión. Las compañías lo saben. Esto tiene un efecto de indefensión en nosotros, al no prever posibles ahorros.
Quiero disfrutar de la vida y ser más feliz
Llegados a este punto, podemos pensar que este objetivo es el más general e impreciso de todos. Sin embargo, no es así. Solo necesitamos convertirlo en propuestas prácticas que podamos contrastar. Les proponemos tres.
Programar tiempo para preocuparnos. Si, puede parecer una tontería. Pero no es así. Busca espacio en tu agenda para preocuparte. Un momento del día en el que puedas dar rienda suelta a lo que te pueda afligir, sentirlo y dejarlo pasar. Simplemente decidir cuando te preocupas tiene un efecto de autocontrol que evita el asalto inesperado de estas emociones negativas.
Tomar dos períodos de vacaciones. Nos hemos cansado de repetir lo importante que es invertir en experiencias, y esta es la mejor forma. Visitar algún país que no conocemos o practicar un nuevo deporte pueden ser opciones muy viables.
Aprender una nueva habilidad. No es solo algo fantástico para nuestra satisfacción personal, puede mejorar sensiblemente otros aspectos de nuestra vida. Incrementa nuestra actividad cerebral, mejorando la memoria, especialmente para los mayores.
Estos y otros objetivos pueden conseguirse siguiendo los criterios que les proponemos. Mes a mes, consolidando el paso anterior antes de afrontar el siguiente. ¿Nos ponemos a ello?
si aquello que deseamos hacer se queda en grandes frases y tópicos, está condenado desde el principio a fracasar. Sólo haciendo planes a corto plazo es como podemos conseguir algo. Es como si alguien dice, quiero saber química. Tendrá que ir tema a tema aprendiendo nuevas cosas, sino lo máximo que hará sera ver breaking bad haha
Me gustaLe gusta a 1 persona
Reblogueó esto en Desmontando a Newtony comentado:
Conseguir nuestros objetivos en positivo, ¿empezamos? Artículo de Leocadio Martín
Me gustaMe gusta
Muy buenas ideas. Generalmente lo que suele fallar en los propósitos que nos hacemos a principio de año es la falta de planificación, son tan sólo ideas que dejamos vagar por nuestra mente los dos primeros meses del año sin ningún plan para cumplirlos o sin una especificación adecuada como es el caso del peso.
Me gustaMe gusta