Cuando no puedas correr trota, cuando no puedas trotar camina, cuando no puedas caminar usa el bastón pero nunca te detengas.
Madre Teresa de Calcuta
Caminar, en compañía y en la naturaleza está asociado con un mayor bienestar mental, menos estrés y menos depresión.
Dicho así parece algo lógico ¿verdad? Es difícil imaginar a nadie haciendo senderismo que, a pesar del posible esfuerzo que requiera la actividad, no esté feliz y esbozando una sonrisa, ¡cuando las subidas lo permiten!
Pues ahora lo tenemos confirmado por un estudio a gran escala llevado a cabo por Sara Warber. Caminar en la naturaleza no sólo es bueno para nuestra salud física, beneficia, asimismo a nuestra salud mental.
Su estudio evaluaba el programa británico llamado “Caminar por la Salud” (Walking for Health) que incluía a más de 2000 participantes. Se comparó a un grupo que caminaba y otro que no lo hacía, durante tres meses. Quienes participaban en las caminatas mostraban menores niveles de depresión, menor percepción de stress y una mayor sensación de bienestar físico y mental. Aquellos que parecían beneficiarse más era quienes habían experimentado recientemente un suceso estresante, como un divorcio, duelo o enfermedad.
La autora del estudio comenta:
“Caminar es una forma de ejercicio barata, accesible y de bajo riesgo y que, combinado con naturaleza y grupos, puede ser una potente e inutilizada arma contra el estrés. Nuestros hallazgos sugieren que algo tan simple como que unirse a un grupo de senderismo puede no solo mejorar nuestras emociones diarias sino además, contribuir a un acercamiento no-farmacológico a trastornos como la depresión”
Quizás es el momento de plantearnos incorporar el senderismo a los sistemas de salud del mundo occidental, que ya lleva mucho tiempo apostando por alternativas pasivas y farmacológicas en la salud mental.
Cierto.La natación también es muy placentera y abre el apetito.
Me gustaMe gusta