¡Qué sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero …! –Le comentó una mujer a su marido-. Quizás necesita un nuevo jabón para la lavadora. ¡Ojalá pudiera ayudarla a lavar las sábanas!
El marido la miró sin decir palabra alguna. Cada dos o tres días la mujer repetía su discurso viendo, a través de la ventana, como tendía la ropa su vecina.
Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tender las sábanas blancas, como nuevas, inmaculadas, y le dijo a su marido ¡mira, al fin ha aprendido a lavar su ropa! ¿Le enseñaría otra vecina?
No, le respondió su marido. Hoy me he levantado temprano y he limpiado nuestras ventanas.
A veces criticamos algo que desconocemos, sin pensar que quizás los que estamos mal somos nosotros … todo está en el color del cristal con que se mire … o ¡lo limpio que esté!
Nunca está de más hacer autocrítica.
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Muchas felicidades por el post, me ha gustado mucho!
Alberto Díaz
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Excelente reflexión, muchas gracias! A veces las palabras justas para un día no tan justo, llegan de manera inesperada.
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