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La nostalgia ya no es lo que era.
Peter De Vries
La nostalgia parece haberse rehabilitado de ser considerada una enfermedad de la mente a constituir una experiencia emocional satisfactoria. Parece increíble, pero hubo un tiempo que se consideraba una condición psiquiátrica.
“La nostalgia era considerada una enfermedad médica, circunscrita a los suizos, un punto de vista que se mantuvo durante la mayoría del siglo XIX. Incluía lamentos, arritmias y anorexia. Se atribuía a demonios que habitaban en el cerebro medio y estaba provocado por diferencias atmosféricas, o las campanas de las vacas en las montañas, que dañaban el oído y las células cerebrales”, apunta Constantine Sedikides en un estudio recogido en Psyblog
En este informe se señala, como ya sabemos, que no sólo los suizos “padecen” nostalgia. Todos experimentamos esta sensación, en diferentes formas y grados. De hecho, y según los datos de una investigación, al menos el 80% de las personas la tienen una vez a la semana. Puede haber ciertos motivos que justifiquen pensar que es mala para nosotros, ya que tiene algunos componentes negativos. A menudo la sentimos como una pérdida de aquello o aquellos que ya no están. Pero, estos mismos estudios, recogen como, al mismo tiempo, viene asociada con emociones positivas cuando recordamos tiempos felices. De hecho, las personas parecen encontrar que los componentes positivos son más fuertes que los negativos.
Es por esto que la psicología moderna se aleja de la consideración de enfermedad de la nostalgia y se centra más en los atributos positivos que parece tener. Estos son algunos de ellos:
- Cuando la gente está aburrida la utiliza para darle significado a sus vidas. Acudimos al pasado para comprender el propósito del presente, si este es un tostón.
- Cuando nos sentimos solos y acudimos a la nostalgia, casi inevitablemente esta se asocia a otras personas. Somos seres sociales y esta emoción nos ayuda a reconectar y sacarnos de la sensación de aislamiento.
- Cuando nos abruman los pensamientos de enfermedades o muerte, la utilización del recuerdo nos hace tener una sensación de proyecto vital, ubicándonos.
Vemos como la nostalgia está en el camino de convertirse en una buena herramienta emocional, dejando progresivamente el anticuado concepto de enfermedad que le caracterizó en el pasado.