Aunque suene cliché, los niños son en verdad el futuro de nuestro hermoso planeta, pero los padres y adultos en general tenemos la obligación de hacer algo para arreglarlo y entregarlo mejor de como se nos dio. Los niños y las niñas nos muestran el camino para conseguir el cambio que necesitamos. Son ellos los que consiguen que nos emocionemos que recordemos como somos y que volvamos a soñar.