Dedicado a quien está ahí, acompañándome. GRACIAS
Leocadio Martín
No te confundas.
Cuando me ves sonreír. Se lo que ocurre a nuestro alrededor. Por eso lo hago. No quiero que los que lo están pasando mal vean en mí un mensaje de desesperanza, no lo necesitan. Conozco la amargura, la propia y la de otros, es mi profesión.
Mi sonrisa es una mano tendida a quien lo está pasando mal para decirle que estoy aquí, que estamos aquí. Que existe otra forma de ver las cosas. Y que, aunque ahora le cueste, aquí estaremos para cuando nos necesite, sonriendo. Mis mensajes son de esperanza porque de los otros ya hay muchos, y no me gusta repetirme.
A veces estoy triste, claro. Necesito estarlo. Es la única forma que conozco de acercarme a la felicidad. Para poder agradecer a mi familia y a mis amigos que estén ahí. Y, ¿saben? cada día somos más.
También me enfado. Lo confieso. Especialmente con quien tiene la responsabilidad y no está haciendo nada. Pero también lo hago con quien se empeña en que no veamos la fuerza que tenemos junt@s cuando compartimos, sin juzgar, y lo hacemos alegres. Porque este es el mejor mecanismo emocional que tiene el ser humano, la felicidad. Y ésta surge cuando estamos juntos, trabajando en común por algo en lo que tod@s creemos.
Son tiempos difíciles y yo he decidido luchar así, con el conocimiento. Y sonriendo. Así que solo te vuelvo a decir.
No te confundas