Una de las cuestiones más interesantes de la psicología cotidiana es la tendencia que muestran muchas personas a creer que están por encima de la media, en algún aspecto de su vida. Este fenómeno se conoce en psicología como el Efecto del Lago Wobegon, que consiste en sobrestimar nuestras propias capacidades.
Este tipo de superioridad imaginaria se da en muchas facetas de la vida. Tendemos a pensar que somos más inteligentes de lo que realmente somos, que desarrollamos nuestras tareas mejor de lo que realmente lo hacemos, que somos más encantadores de lo que realmente nuestro entorno piensa,…
Resulta fácil imaginar como este efecto puede llevarnos a frustraciones continuas o a fallos, incluso con riesgo de nuestra vida. Pero, sin embargo, es algo que vemos continuamente en las más diversas situaciones, sobreviviendo como un paradójico proceso adaptativo.
Una explicación posible la constituyen los beneficios que tiene este proceso mental para incrementar nuestra autoestima, la salud mental y la persistencia, a pesar de que algunos de los errores que cometamos puedan mitigarlos.
En un estudio reciente, llevado a cabo en Berkeley, se concluye como el exceso de seguridad en si mismo puede conducir a mejores resultados, reduciendo el efecto de los tropiezos que podamos tener. Este estudio señala, como creer que tenemos mas capacidades de las que realmente poseemos, incrementa nuestro estatus social.
Desde un punto de vista práctico, este estudio parece apoyar a aquellos que recomiendan “ir de sobrados” en las entrevista de trabajo. Al menos, comenta Eric Horow en su blog, nuestra autoconfianza puede tener un efecto positivo marginal en el proceso de selección.
Cuando alguien actúa como competente, los demás lo perciben como tal. Damos por hecho que es capaz porque así parece creerlo él o ella. Y, teniendo en cuenta que en la mayoría de ocasiones no es necesario demostrar nuestra destreza, nuestra “leyenda” se incrementa, especialmente por nuestra tendencia natural a confiar en aquel que se erige en responsable de una situación complicada.
Indudablemente, si este distanciamiento entre nuestra destreza «real» y nuestra destreza autopercibida se pone a prueba, podemos vernos inmersos en situaciones complejas. Por eso es, desde mi punto de vista, conveniente que si nos valoramos injustificamente por encima de la media, procuremos que sea en situaciones que solo nos afecten a nosotros mismos.
Parece interesante (^_^)
Me gustaMe gusta
Gracias Amalia!!!
Me gustaMe gusta