En estos tiempos que corren, la pregunta quizás debería ser otra más relacionada con las necesidades básicas que el dinero deja de cubrir pero este es un espacio de psicología y no de economía, ¿o si?. La investigación ha encontrado, sorprendentemente muy poca relación entre el dinero y la felicidad. ¿Por que un montón de dinero no nos hace más felices? Según el equipo de investigación de Elisabet Dunn esto ocurre porque probablemente no lo estemos utilizando adecuadamente. Su trabajo trata de explicar la siguiente paradoja:
Las personas acomodadas no solo tienen mejores juguetes; tienen mejor nutrición y mejor atención médica, más tiempo libre y una labor más significativa, mucho más de lo necesario de cada ingrediente que compone la receta de una vida feliz. Pero, sin embargo, no son mucho más felices que aquellos que tienen menos. ¿Si el dinero puede comprar la felicidad, porque no lo hace?
Sus conclusiones no son solo útiles para la gente acomodada, lo son para todos nosotros. Su respuesta es que le damos tanta importancia al dinero porque somos asombrosamente torpes para descubrir que nos hace feliz.
Unas cuantas ideas para cambiar esto:
- Invierte en experiencias y no en objetos. Las experiencias se quedan en nosotros y nos aportan crecimiento personal. Es algo que no pesa y podemos llevarlo con nosotros donde queramos.
- Viaja siempre que puedas. Solo, con la familia, con amigos, viajar es la mejor forma de no encerrarte en ti mismo y conocer lo que ocurre a tu alrededor. Aumenta el conocimiento, la tolerancia y, lo que es mejor, las ganas de seguir haciéndolo.
- Cuida a tu familia. Es de donde vienes, es quien eres. Escucha a tus mayores y tus pequeños, o sino dejarán de hablar contigo.
- Habla con extraños. Saluda por las mañanas o por las tardes, o cuando entres a una tienda. Sonríe a los demás siempre que puedas y dedícales un comentario agradable. Te lo agradecerán …… ellos u otros.
- Compra regalos a los demás. Hazlo pensando en quien es el destinatario, de manera que el que recibe el regalo se sienta especial.
- Compra pequeñas cosas más que cosas grandes. Son pequeños placeres y se disfrutan como bocaditos de gourmet.
- Se solidario. Dedica una parte de tu presupuesto para regalos a los demás, ayuda a quien quieras, te sentirás bien.
- Haz cosas que no hubieses pensado hacer nunca. Piensa en lo que no piensas nunca y descubrirás que hay infinidad de cosas que podrías hacer.
- Haz ejercicio. De forma regular, camina, corre, nada. Está comprobado que las endorfinas contribuyen a la felicidad y además te ayudan a resolver problemas
- Tu eres importante, considérate, quiérete y piensa que la mejor forma de que los demás te quieran comienza por ahí.
Es probable que no les tocase la lotería, como a muchos, pero a veces no nos damos cuenta de los premios que tenemos a nuestro alrededor.
FELICES FIESTAS